¿Podemos mejorar las condiciones higiénicas y sanitarias de las residencias? Detección de puntos calientes de patógenos multirresistentes para mejorar la desinfección

La pandemia causada por el SARS-CoV-2 ha marcado el inicio de cómo afrontar la aparición de nuevos microorganismos patógenos. Aparte otro problema está surgiendo, apenas visible a la vista del público, es la pandemia causada por microorganismos resistentes a los antibióticos. La OMS ya ha advertido de esta realidad y pide prioridad a las llamadas medidas WASH (Waters, saneamiento, higiene) como primera barrera para frenarlas. Las dos pandemias ahora van de la mano. Las soluciones también deberían perseguir la creación de ambientes saludables y seguros como prioridad.

Desde mediados de los años setenta, los mecanismos de transmisión se han agrupado en tres categorías: contacto, gotas y aire. La realidad compleja de las bacterias multirresistentes ha obligado, al menos en el ámbito hospitalario, a replantear esta clasificación. Se sabe que este tipo de bacterias pueden sobrevivir durante meses en superficies inertes gracias a su capacidad de formar biofilms que los protegen de condiciones ambientales adversas. Otra realidad perturbadora es que los bacilos gramnegativos multirresistentes pueden colonizar instalaciones de agua, tales como sifones de lavabo, desagües de ducha o lavabos y se dispersan por el entorno por diferentes mecanismos. Las soluciones incluirían la investigación e innovación en limpieza ambiental de los sistemas, nuevos productos desinfectantes, nuevos diseños para lavabos y desagües y, basados en pruebas, metodologías normalizadas de trabajo en higiene y saneamiento.

Las poblaciones particularmente vulnerables son las más propensas a sufrir las consecuencias de espacios no saludables, como hemos visto las trágicas consecuencias de la pandemia SARS-CoV-2 en la comunidad de las residencias. Estos centros no se suelen limpiar y sanear adecuadamente de acuerdo con el riesgo real de infección en los residentes. También, en otras ocasiones, ha habido una fuerte respuesta mediante medidas de saneamiento exageradas con riesgos químicos para la salud humana, que incluso obligaron a las autoridades sanitarias a emitir directrices restrictivas.